Control de Ralstonia solanacearum y otros patógenos del suelo con productos biológicos

Autor: Ing. Giovanni Liberatoscioli

Ralstonia solanacearum es una bacteria que crea daños importantes en cultivos de tomate, pimentón, ají dulce y berenjena, en este documento daremos un protocolo evaulado en nuestro programa de asistencia técnica para reducir la incidencia de la Ralstonia y lograr cosecha comercial.

Tomate afectado por ralstonia solanacearum

Para evitar daños que superen los umbrales económicos en nuestras plantaciones, es necesario la aplicación de un plan de manejo integrado de plagas y/o patógenos utilizando  de manera conjunta todas aquellas practicas que permitan ejercer el mayor efecto sobre los organismos que pudieran afectar nuestros rendimientos, específicamente en el caso de la Ralstonia solanacearum, podemos establecer el manejo que se describe a continuación:
Como punto de partida, requerimos realizar un análisis de suelo que permita establecer condiciones edáficas físicas y químicas y establecer las deficiencias de nutrientes, y la presencia de microorganismos patogénicos. Luego de estudiado el suelo y después de su preparación (pases de arado y rastra) , se recomienda realizar la desinfección del mismo a través del fertirriego con formol al 36 % a razón de 800 lt/Ha y/o Amonio cuaternario al 40% a razón de 800 lt/Ha, aplicándose cualquiera de ellas luego de un riego de asiento, el tratamiento debe ser realizado entre 10 y 12 días antes del trasplante.
El propósito de este tratamiento es minimizar las poblaciones de microorganismos patogénicos establecidos en el suelo tales como bacterias y hongos entre otros. Estos individuos pueden generar a lo largo del ciclo del cultivo enfermedades que incrementan los costos de producción por el hecho de tener que utilizar productos químicos de alto valor, sin embargo las plantas tienen su propia capacidad de respuesta ante estas adversidades utilizando sus propios mecanismos de defensas, los cuales pueden variar según la etapa fisiológica que atraviese el cultivo, siendo las etapas florales y de fructificación las más afectadas pues la planta destina sus energías a la gestación de estos procesos, haciéndose susceptible al ataque de los microorganismos fitopatogénicos.
A manera de ayudar a las plantas, una vez realizada la desinfección del suelo y disminuidas las poblaciones de microorganismos patogénicos, se incorporan en el mismo nuevas colonias beneficiosas, entre los cuales destacan hongos y bacterias que  ocuparan el lugar de los microorganismos eliminados o afectados por el tratamiento de desinfección. Estas nuevas colonias introducidas en el suelo (Trichoderma sp., Paecelyomices sp., y Bacillus sp.), que formaran una nueva comunidad junto con las poblaciones sobrevivientes, en la cual, los patógenos beneficios incorporados, a través de sus mecanismos de acción como la competencia por el sustrato, el micoparasitismo, la antibiosis o la desactivación de enzimas del ente fitopatogénico, cumplirán la función de mantener suprimida su acción  y mantener la planta aislada de sus efectos.
Entonces, al momento del trasplante, se recomienda la incorporación en el hueco donde será colocada la plántula unos 20 cc de una solución formulada con las siguientes especificaciones:
·         2 gr/lt de agua de Biostat (Paecilomyces lilacimus)
·         1,5 gr/lt de Mycostar (Trichoderma viride)
·         3 cc/lt de Prophytex (Bacilllus subtilis spp.)
En el caso del nematicida (Biostat) se recomiendan 3 aplicaciones al suelo en conjunto con el fungicida (Mycostar), durante el primer mes después del trasplante, luego durante el ciclo restante del cultivo se recomienda la aplicación de este fungicida en la misma frecuencia de días (repetir cada 10-12 días), de esta forma se mantiene el poder enzimático del hongo en su nivel más alto, garantizando así la supresión sobre los microorganismos fitopatogénicos. Todas estas aplicaciones de productos biológicos se realizan de la mano con el manejo óptimo del cultivo establecido en la unidad de producción con la experiencia adquirida durante años de práctica.
En el caso del bactericida y fungicida (Prophytex), se recomiendan aplicaciones foliares de frecuencia semanales o quincenales de acuerdo a la condiciones climáticas y edáficas establecidas en el cultivo y que pudieran favorecer los ataques de enfermedades, tomando en cuenta siempre los resultados obtenidos en los análisis edáficos tanto de nutrientes como de patógenos.
Es importante recalcar, ya que estamos adoptando un sistema de manejo integrado de enfermedades, que no se puede descartar ninguna de las prácticas que puedan favorecer el control de la enfermedad, ya sean culturales o de aplicación de agroquímicos. Nunca hemos intentado modificar el manejo habitual y efectivo del productor, en todo caso deseamos incorporar estas recomendaciones al plan regular para complementarlo y hacerlo mas eficiente, pero es importante dejar claro, que las aplicaciones de productos agroquímicos que pudieran afectar a los controladores biológicos deben realizarse considerando los días pre y post aplicación, en otras palabras, las aplicaciones de fungicidas y/o bactericidas deben realizarse al menos 5 días antes o 5 días después de haber aplicado los productos biológicos, en caso de que estos pudieran afectarlos. Por ejemplo, no debemos aplicar fungicidas químicos 5 días antes o después de haber aplicado el Biostat o el Trichoderma, siendo indiferente al Prophytex, ya que este es una bacteria, de igual forma no se deben aplicar bactericidas ni compuesto en base a azufre o cobre, 5 días antes o 5 días después de la aplicación del Prophytex, aunque pudieran aplicarse perfectamente en conjunto con los fungicidas químicos.
Si usted desea conocer como adquirir Mycostar, Biostat y Prophytex no dude en escribirnos a nuestro correo electrónico comentarios@agro-tecnologia-tropical.com si desea ayuda para continuar controlando esta enfermedad puede visitar nuestro programa de asistencia técnica por internet.

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